Si eres amante del vino, y seguramente lo seas si estás leyendo esto, lo más probable es que hayas escuchado hablar de Bodegas Zifar, “tradición y cultura del vino en el corazón de la Ribera del Duero”. Ubicada en la localidad de Peñafiel, en Valladolid, esta bodega late al son de unos vinos que reflejan la tradición y el carácter único de la zona. Bodegas Zifar cuenta con una larga historia en la elaboración de vino, que se remonta a varias generaciones atrás. Su pasión y el respeto por la tierra se transmiten de padres a hijos, lo que se refleja en cada botella que sale de sus instalaciones.
La particularidad de los vinos de Bodegas Zifar comienza con el cuidado exhaustivo de los viñedos, ubicados unos en Pesquera del Duero, donde se cultivan uvas de muy buena acidez, que aportan mucha fruta y valor a los vinos jóvenes y de crianza, gracias al tipo de suelo que allí se encuentra. Otros viñedos se ubican en un paraje muy particular en Quintanilla de Arriba, que posee una altitud y virtudes de suelo privilegiadas, logrando así características muy especiales y valiosas para los vinos.
En Atocha Vallecas estamos orgullosos de poder ser distribuidores de los vinos de Bodegas Zifar, de hacer llegar a bares, restaurantes y tiendas especializadas vinos de tan alta calidad. Nos encanta indagar en las marcas con las que trabajamos, por ello, en esta ocasión, hemos hablado con los enólogos de Bodegas Zifar, para descubriros en este artículo muchas más peculiaridades sobre unos vinos con una personalidad auténtica.
Jean Marc Sauboua es enólogo natural de Bourdeaux (Francia). Ha globalizado su forma de hacer el vino al trabajar en países tan diversos como Francia, Italia, España, Australia, Nueva Zelanda, Chile, Argentina, Sudáfrica y Moldavia. Hoy en día es uno de los enólogos más valorados en el mundo. El departamento de enología de Bodegas Zifar se complementa con Bequer Prieto, Director Técnico de la Bodega. Juntos garantizan la estructura, calidad y peculiar personalidad de sus vinos.
Los vinos de Bodegas Zifar les encantarán a esas personas que busquen un vino “con mil matices, pero, sobre todo, fresco, ágil; donde la madera siempre vaya en segundo plano, con taninos amables e identidad de Ribera del Duero, pero con personalidad máxima”, aseguran.
La peculiaridad de los vinos de Bodegas Zífar se encuentra en tres características claves: la exaltación de la variedad Tinto fino como estandarte de los vinos elaborados en la bodega y siendo fiel reflejo de la zona geográfica; la búsqueda de parcelas peculiares dentro de Ribera del Duero con uvas equilibradas y con buena acidez; las condiciones sápidas de los vinos que siempre implementan un valor primordial a los caracteres varietales en primera plano. Sin embargo, y tal como nos cuentan Jean Marc y Becquer Prieto, “el elemento indispensable es el suelo, que da características únicas y donde nuestras viñas arraigan y absorben sus nutrientes. Los contenidos de caliza y la altitud geográfica son el bastión de diferenciación con el resto del mundo”.
Cada botella de Bodegas Zifar es un verdadero tesoro para los amantes del buen vino, pero lo que marca la diferencia es el resultado que se deriva de “poder jugar con una parte de viñedo propio y la búsqueda constante de parcelas peculiares por toda la Ribera según la climatología del año haya sido particularmente agradecida en estas zonas, obteniéndose la máxima expresión, sin reducir posibilidades por limitación geográfica”.
La bodega cuenta con modernas instalaciones que combinan la tradición vinícola con las últimas tecnologías enológicas. Esto les permite controlar cada etapa del proceso de elaboración del vino, desde la vendimia hasta el embotellado, asegurando así la máxima calidad en cada botella.
La introducción de nuevos materiales para la elaboración de vinos, como el hormigón vivo, hace que se obtengan vinos más puros, especialmente los blancos, donde se extraen crianzas más largas, con nuevos aportes de oxígeno y con menos interferencias de otros materiales de cesión, como la madera. “La peculiaridad de La Ribera, su uva blanca. La uva Albillo Mayor es una referencia histórica de la región, existiendo vestigios que se remontan a la Edad Media”. Existen viñas centenarias de Albillo Mayor de Ribera del Duero que, en muchos casos, conviven entre las viñas de tempranillo. Uva versátil y nacida para la elaboración de vinos de guarda. “La Albillo Mayor tiene personalidad, pero es delicada. Está a merced del factor humano porque requiere ser vendimiada en el momento exacto, ni antes ni después. El mínimo descuido puede restar todo su potencial. Su trabajo es exigente, pero el resultado final alcanza cotas de excelencia”.
Por primera vez desde la fundación de la D.O. Ribera del Duero se puede elaborar vino blanco con su sello. Nace la Ribera Blanca. La Albillo Mayor, recibe así el reconocimiento que merece esta uva autóctona y centenaria. Bodegas Zifar fue la primera en elaborarlo oficialmente.
“Hacer vinos con uva Albillo Mayor de Ribera del Duero es aceptar un compromiso que requiere de sacrificio, valentía y curiosidad para querer ir más allá y no tener miedo al fracaso por la complejidad de trabajo de la uva. Es tiempo de crear, arriesgar y lograr vinos únicos que convertirán a la Ribera Blanca, en una referencia en el mapa enológico internacional”, concluyen.