CHOCOLATE Y VINO, ¡EL MARIDAJE QUE ESTÁ DE MODA Y NO ESPERAS!

El maridaje de chocolate y vino es la nueva tendencia foodie. Una experiencia gourmet que sorprende en hostelería y enamora a los amantes del vino.

El chocolate siempre ha estado ligado al placer, al capricho y a esos momentos en los que uno quiere darse un gusto. El vino, por su parte, ha sido símbolo de celebración, compañía y cultura. Pero lo que muchos aún no saben es que cuando se juntan, pueden crear una experiencia gastronómica de otro nivel. Sí, hablamos de vino + chocolate como un maridaje que se está colando en cartas de restaurantes, en catas premium y en experiencias gastronómicas que buscan sorprender al paladar.

En Atocha Vallecas queremos adelantarte esta tendencia y proponerte una guía práctica de maridajes que, si trabajas en hostelería, puede convertirse en un plus irresistible para tus clientes. Y si lo que te gusta es disfrutar, aquí tienes combinaciones con las que vas a querer brindar (y repetir trozo).

Chocolate negro y Malbec Terra Argenta

El chocolate negro es intensidad pura. Amargo, profundo, con notas de cacao que se quedan en boca. ¿Qué vino puede estar a la altura? Aquí entra el Malbec Terra Argenta, un tinto potente, con cuerpo y taninos que se llevan de maravilla con el carácter del cacao. La fruta madura y las notas especiadas del Malbec hacen que cada bocado de chocolate negro se expanda y se redondee en el paladar.

Ideal para postres de cacao al 70% o más, tartas intensas, o simplemente una tableta de chocolate negro a palo seco con copa en mano.

Chocolate blanco y Espumoso Sador

El chocolate blanco es dulzor, cremosidad y suavidad. Necesita un contraste que lo equilibre y lo refresque. Por eso el maridaje perfecto es el Espumoso Sador: burbuja fina, frescura y un toque de acidez que corta la untuosidad del chocolate y lo convierte en un bocado ligero y elegante. La combinación es sorprendente porque convierte algo goloso en un juego chispeante y refrescante.

Ideal para bombones de chocolate blanco, tartas de queso, mousse de vainilla o incluso postres con frutas tropicales.

Chocolate con leche y Carramimbre Crianza

El chocolate con leche es el más querido, el comodín, el que siempre gusta. Y pide un vino que acompañe esa dulzura con un poco de carácter. El Carramimbre Crianza es perfecto: un tinto equilibrado, con crianza en barrica que aporta notas de cacao, vainilla y tostados que se abrazan de maravilla con la cremosidad del chocolate con leche. Aquí el maridaje se vuelve casi natural, como si hubieran nacido para estar juntos.

Es perfecto para tabletas de chocolate con leche, bombones clásicos, postres con caramelo o brownies suaves.

Chocolate con frutos secos y Garnacha Fosca del Priorat

El chocolate con frutos secos tiene textura, intensidad y un punto salino o tostado que lo hace único. Aquí funciona de lujo el Garnacha Fosca del Priorat, un vino con mineralidad, fruta roja madura y toques especiados que dialogan a la perfección con la grasa de la almendra, la avellana o la nuez. El resultado es un maridaje elegante y muy foodie, de esos que sorprenden y se recuerdan.

Una delicia combinarlo con tabletas de chocolate con almendras o avellanas, bombones rellenos de frutos secos, postres con praliné.

Una experiencia foodie en alza

Este tipo de maridajes ya no son rarezas. Cada vez más restaurantes, vinotecas y espacios gastronómicos están incorporando la experiencia vino + chocolate como propuesta premium para diferenciarse. Una cata de vinos con distintos chocolates se convierte en un plan perfecto para clientes curiosos, para quienes buscan algo más que comer y beber: buscan sorprenderse y disfrutar.

En hostelería, ofrecer esta experiencia es un valor añadido. Y en tiendas especializadas, recomendar el vino perfecto para cada tipo de chocolate es un guiño al cliente que genera confianza y fidelidad.

¡Atrévete a probar! Y si quieres combinar chocolate, vino y música, no te pierdas este artículo: Leyendas de Jazz y su vino perfecto: un maridaje inolvidable.

El vino y el chocolate son dos universos que, al unirse, multiplican sensaciones. No importa si eres más de tinto potente, espumoso fresco o crianza elegante: hay un chocolate esperándote para hacerlo brillar. En Atocha Vallecas te lo ponemos fácil: te llevamos vinos con carácter, historia y calidad para que puedas ofrecer a tus clientes experiencias que no olviden. Porque al final, lo que se recuerda no es solo lo que se bebe o se come, sino el momento que se crea alrededor.

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