¡Qué poco nos queda! Contamos días, casi horas, para que llegue una de las estaciones más esperadas del año. El verano no viene solo, llega junto a vacaciones (merecidas), planes (o planazos), buen ambiente, buenos momentos. Y sí, también, con esa mayor conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada y saludable. En Atocha Vallecas no perdemos la oportunidad de daros unos buenos consejos para ello. ¡Tenemos los mejores productos para hablaros de esto! En este período del año, cuando los días nos invitan a disfrutar de alimentos frescos y nutritivos, no podemos dejar pasar la ocasión, para mencionar los tesoros gastronómicos que nos ofrece Hacienda Queiles. Sus aceites no solo son una delicia culinaria, sino también un pilar fundamental de la dieta mediterránea, reconocida mundialmente por sus beneficios para la salud.
En este contexto, Hacienda Queiles se erige como un símbolo de calidad y compromiso, ofreciendo productos que no solo satisfacen los paladares más exigentes, sino que también contribuyen a un estilo de vida saludable y sostenible. Conseguir un fruto perfecto para extraer de él un aceite excelente. Esta es la máxima que rige el cultivo de sus olivas Arbequina y Arróniz, las dos variedades de aceitunas que cultivan en la Hacienda. Como siempre, en Atocha Vallecas hemos querido indagar más para ofreceros la información más rigurosa y con más detalle, un contenido personalizado y nuevo para vosotros. Por eso, en esta ocasión, hemos hablado con ellos, y nos han contado muchas cosas. ¡Sigue leyendo!
Enclavada a los pies del majestuoso Moncayo, la Hacienda Queiles emerge como un oasis de tradición y calidad en el corazón de la Cordillera Ibérica. Fundada sobre las antiguas tierras que una vez pertenecieron al Monasterio de Tulebras en el siglo XII, esta finca de 60 hectáreas no solo promete calidad, sino que redefine los estándares de excelencia en la producción de aceite de oliva virgen extra.
En Hacienda Queiles, la excelencia no es simplemente un objetivo; es el resultado de un compromiso inquebrantable con cada fase del proceso. Aquí, la calidad se garantiza desde la raíz: literalmente. Según nos cuentan en la propia Hacienda, “con todos los olivos cultivados en un solo Pago, cada árbol recibe un cuidado meticuloso las 24 horas del día. Este enfoque permite un control riguroso del riego y de las plagas, utilizando exclusivamente métodos naturales, libres de químicos nocivos para el medio ambiente y la salud”.
“¿Qué hace tan especiales a los AVOEs de Hacienda Queiles?” Había que hacer esta pregunta, porque la respuesta es su ‘secreto’ más cuidado. “Uno de los mayores secretos reside en su entorno único y en su cuidadosa producción. El clima, de diferentes contrastes marcado por inviernos rigurosos y veranos ardientes, es moldeado por las nieves perpetuas del Moncayo y el viento fiero del Cierzo. Este microclima no solo dota a los olivos de una sanación natural, sino que también confiere a las aceitunas una complejidad de sabores y aromas que solo pueden desarrollarse en condiciones tan adversas y estimulantes”.
Con un sistema de plantación espaciado, “en un marco de 7 por 5 metros”, cada árbol en Hacienda Queiles disfruta del espacio necesario para recibir la cantidad óptima de luz solar y ventilación, garantizando así un crecimiento saludable y robusto. Además, la cubierta vegetal entre los olivares actúa como un sustrato natural, enriqueciendo el suelo y, en consecuencia, mejorando la calidad.
Lo que distingue a Hacienda Queiles va más allá de sus métodos de cultivo y cuidado del olivar. Se trata de un compromiso con la autenticidad y la sostenibilidad. “Elaboramos exclusivamente con frutos provenientes de nuestro Pago de Olivar, recolectados en una cosecha temprana antes de su completa maduración”. La recolección se realiza de manera esmerada, asegurando que cada aceituna llegue a la almazara en óptimas condiciones para preservar su frescura y calidad. “Es un proceso donde la producción limitada prioriza la calidad sobre la cantidad, y donde cada paso, desde la recolección hasta la molturación en menos de dos horas, se lleva a cabo con precisión artesanal”.
Hacienda Queiles siempre va un paso más allá. Por ello, no cesa en su empeño por innovar y conseguir nuevos productos. Este pilar, le llevó a incorporar dos aceites especiales y únicos: Ánfora de Queiles Arróniz y Ánfora de Queiles con Trufa Blanca. Ambos productos tienen una presentación cuidada y evocan motivos de ánforas griegas y romanas. El Ánfora de Queiles Arróniz es un Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) hecho con la variedad local arróniz de olivar ecológico, destacando por sus notas aromáticas y su equilibrio de sabor. El Ánfora de Queiles Trufa es un AOVE con trufa blanca de Italia, ideal para diversas recetas por su potente sabor a trufa.
Todos los procesos en Hacienda Queiles están certificados como ecológicos al 100% según los estándares europeos y españoles, reflejando un compromiso con la agricultura sostenible que respeta tanto el medio ambiente como la herencia cultural de la región.
En Atocha Vallecas consideramos a Hacienda Queiles el máximo exponente de la pasión y la dedicación por crear aceites de la más alta calidad. Con un compromiso arraigado en la excelencia, la tradición y la innovación sostenible, continúa elevando el estándar en el mundo del aceite de oliva, ofreciendo productos que capturan la esencia única del Moncayo y las tierras que lo rodean.