¿Te has preguntado alguna vez que hay en la trastienda de cada bar para que funcione como un reloj? En cada restaurante, que siempre tiene lo que el cliente quiere beber; en cada terraza que sobrevive al agosto madrileño sin morirse de sed... hay algo más que un proveedor. Hay un cómplice. Uno que está cuando hace falta, que se anticipa, que no falla. Y si estás leyendo esto, probablemente ya sabes que eso no se encuentra en cualquier parte.
En Atocha Vallecas, distribuidora de bebidas en Madrid, no repartimos cajas, repartimos confianza. Y te vamos a contar por qué eso lo cambia todo.
¿Qué significa tener una distribuidora ‘cómplice’?
Qué diferencia hay entre un amigo y un cómplice… Hemos analizado esta compleja cuestión y llegado a la siguiente conclusión analizando nuestras propias experiencias y vivencias. A ver si estáis de acuerdo:
Un amigo te llama para quedar. Un cómplice aparece con hielo, vasos y el mejor vino de nuestro catálogo cuando más lo necesitas… y sin preguntar. Un amigo te manda un WhatsApp. Un cómplice te manda un palé de cerveza justo antes del puente, porque sabe que te vas a quedar corto. Un amigo te escucha contar tus dramas de pareja. Un cómplice los ha vivido contigo, te ha recogido a las 2 de la mañana sin preguntar y, de paso, ha traído una manta y algo de beber. Un amigo te felicita por tu cumple en redes. Un cómplice te prepara una cena sorpresa, aunque sea un martes de resaca y tengas el día torcido.
Echa un ojo aquí, a nuestro artículo ‘modo terraceo on’ para pasar con amigos (o cómplices).
En la vida, como en la hostelería, necesitas de los dos. Pero si tu negocio depende de que todo funcione sin margen de error… busca cómplices. Un proveedor te sirve el pedido. Punto. Un cómplice va más allá. Te conoce, sabe que si este jueves hay partido, vas a necesitar más cerveza. Se adelanta, llega antes de que falte. Te avisa. Si hay un cambio, te lo cuenta con tiempo (y con solución). Te cuida. Revisa lo que pide tu carta, lo que consume tu clientela, y te recomienda como si el bar fuera suyo. Te escucha, porque lo más valioso de un negocio no está en el stock, está en la comunicación.
Esa es la diferencia entre trabajar a contrarreloj o trabajar en equipo.
¿Por qué esto no va (solo) de cerveza?
Porque no estás comprando cajas, estás comprando tranquilidad. Lo que vendes en tu negocio es experiencia. Tu cliente quiere una copa de vino fría, un zumo natural para el brunch, una caña bien tirada con el barril perfecto. Y eso empieza en la cadena de distribución. Si algo falla ahí, lo sufre todo lo demás.
Por eso en Atocha Vallecas no solo servimos bebidas. Te damos las herramientas para que tu carta tenga sentido, tu almacén esté ordenado y tu negocio funcione como si estuvieras tú en todo. Pero sin volverte loco.
Si quieres ahondar más en este tema, no te pierdas nuestro artículo ‘Distribuidora de cerveza en la Comunidad de Madrid: descubre la esencia cervecera de Atocha Vallecas’.
Top errores que cometen bares al pedir bebida y cómo evitarlos sin dramas
Pedir bebida no debería ser una ruleta rusa. Pero en muchos bares, lo es. Un pedido mal hecho se traduce en mesas vacías, clientes frustrados y oportunidades perdidas. Y lo peor: suele deberse a errores simples, repetidos y, sí, totalmente evitables. En Atocha Vallecas los hemos visto todos, y queremos que tú no los cometas. Aquí van los más comunes y, lo mejor, cómo solucionarlos sin dramas ni prisas de última hora:
- Pedir "a ojo" sin analizar rotación
- Error: Hacer el pedido como siempre, sin mirar cuánto se ha vendido o qué días hay picos.
- Solución: Usar históricos, hablar con tu distribuidora (sí, con nosotros) y planificar.
- Quedarse corto en fines de semana o festivos
- Error: El clásico "yo creo que con esto vamos bien"... y no.
- Solución: Anticípate. Atocha Vallecas te recuerda fechas clave y ajusta contigo el pedido.
- No tener variedad (o tener demasiada)
- Error: O te quedas sin opciones o tienes el almacén lleno de referencias muertas.
- Solución: Revisión mensual de carta + consumo. Nosotros te ayudamos a optimizarlo.
- Cambiar de marca sin consultar al cliente
- Error: "Este vino no lo tengo, pero te doy este otro"... sin saber si encaja.
- Solución: Siempre tener alternativas de calidad y similares. Nosotros las tenemos.
- No revisar el estado de las bebidas al recibirlas
- Error: Recibes, firmas, colocas. Y al servir, sorpresa.
- Solución: Comprobación rápida y confianza en que lo que traemos está perfecto.
¿Te suena alguna? No te preocupes. Todo tiene solución cuando trabajas con una distribuidora que va a tu ritmo (y a tu lado).
¿Trabajas en hostelería? Entonces estás casado con tu distribuidora
No es por meter presión, pero... sí: esta relación es seria. Como te venimos diciendo, tu distribuidora no es un proveedor más. Es quien te ve en bata un lunes a las 7h, quien conoce tu almacén mejor que algunos camareros, quien sabe que si no llega el pedido tú das la cara delante del cliente.
Por eso elegir bien no es opcional. Y por eso, con Atocha Vallecas, te lo ponemos fácil:
- Entregas cuando las necesitas
- Reposición flexible
- Productos siempre conservados como deben estar
- Atención rápida, directa, humana
- Recomendaciones honestas, sin postureo comercial
No vas a encontrar eso en cualquier distribuidora. Y lo sabes. ¡Así que llámanos!
Tu bebida puede ser ecológica, artesanal, local o de importación. Todo eso está bien. Pero si no llega a tiempo, no está en frío o no es lo que pediste... no vale. En Atocha Vallecas trabajamos con marcas de calidad, sí. Pero sobre todo, trabajamos contigo. Así que la próxima vez que pienses en tu distribuidora de bebidas en Madrid, no pienses solo en un proveedor. Piensa en un aliado. En un cómplice. En alguien que no necesita que le expliques las cosas dos veces.
Piensa en nosotros.